San Miguel.

   

Como todos los años se ha celebrado en Avellaneda la Festividad de San Miguel. Festividad que hace ya muchos años- cuando Avellaneda estaba plenamente habitada, y con seguridad por caer S. Bartolomé en las fechas de máximo trabajo- era la Fiesta principal.

 Se celebraban tres días. El primero, el día 29 se celebraba en el barrio de arriba. El segundo en el de Abajo y el tercero en el del medio.

Los familiares se solían invitar a comer en el barrio donde se celebraba. Particularmente los mozos y las mozas.

       A ella acudían, infaliblemente, los " dulceros". Que no eran sino  unos comerciantes que se recorrían las fiestas de los pueblos con sus dos cajoncillos, que cargaban en dóciles borricos y que instalaban en un rincón de la plaza; colocados ambos cajones sobre de caballetes de madera; en el centro,  una varilla, sujeta verticalmente servía de soporte para colgar la balanza, que con sus dos platillos pendiendo de unas cadenillas servían al "dulcero" para pesar las almendras. En un platillo la pesa homologada y en el otro las almendras hasta nivelar la pesa correspondiente. Vendían toda clase  de chucherías para los pequeños; almendras garrapiñadas, para los mayores- a los peques también les gustaban lógicamente- a los que se les ofrecían los dulceros vendiendo unos cartoncillos con las figuras de la baraja  a cambio de un importe y una vez vendida la tirada, sorteaba a la vista del público, un par de "cucuruchos" de unos cien gramos de almendras garrapiñadas, con las que el afortunada-a, solía " convidar" a sus amistades. - El cucurucho, lo fabricaba, hábilmente "el ducero" haciendo girar un rectángulo de papel sobre una de sus diagonales- El cono que formaba lo rellenaba con las garrapiñadas y es lo que en Avellaneda llamábamos "cucurucho". Las almendras también se las solían jugar los "mozos", tirando a una diana con una escopetilla de aire comprimido . Servía de proyectil un trocito de punta acerada con una coletilla de plumón, que formaba una especie de brocha

Pues bien, como ya apenas se trabaja el campo y en Agosto hay mas gente, la Fiesta principal se celebra el día 24- S. Bartolomé.

No obstante se sigue celebrando S. Miguel. Una fiesta mas tranquila, de un sólo día, pero no menos interesante y divertida. La gente que acudimos, nos lo pasamos muy bien. Celebramos una buena parrillada en la plaza y disfrutamos de la música de los Dulzaineros, mas reposadamente que con toda la algarabía del verano. También la juventud que acudió disfrutó de un grupo mas moderno por la noche.

El día de San Miguel, es la imagen del Arcángel quien sale en Procesión.

En San Bartolomé, es la del Santo, la que sale.

 Acompañadas en ambos casos del Santo Cristo del Humilladero.

Todo preparado para la gran merendola.

El tiempo, afortunadamente "acompaña"

!!!!Cocinero¡¡¡¡¡¡¡

! Cuidado con esos chorizos, que se tuestan¡

A nuestros visitantes y ya amigos, les encantó el ambiente y sobre todo: Avellaneda.

   
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